Hablar de educación es hablar de progreso, no solo en aspectos económicos y sociales sino también en cuanto a cultura y valores humanos, algo de lo que tanto se habla en estos tiempos y que es esencial si de verdad se pretende alcanzar una sociedad más civilizada, productiva y justa. La educación es imprescindible en todo sentido, fomenta la prosperidad social, reduce desigualdades sociales, empodera y facilita el ascenso de grupos vulnerables de la sociedad y garantiza un mejor país con menos violencia, más paz y entendimiento y sobretodo, genera oportunidades para todos. La educación siempre ha sido –al menos en el papel- el estandarte de los pueblos pero hoy por hoy adquiere mayor relevancia dado el acelerado avance de la ciencia y el dinámico florecimiento de medios y tecnologías de la información, los cuales se mueven en un contexto competitivo en búsqueda de ese santo grial de la existencia, el conocimiento. Este es indudablemente el motor de progreso y cambio en las sociedades, el conocimiento genera múltiples posibilidades y propone soluciones concretas a problemas concretos y de caracterizada actualidad.
La Institución Educativa Sevilla, consciente del papel trascendental que la educación juega en el presente y futuro de las personas, especialmente de niños, niñas y jóvenes, propone un enfoque pedagógico centrado en búsqueda del conocimiento y desarrollo de valores, dos pilares fundamentales en el descubrimiento y construcción del talento humano, entiende que el objetivo principal de la educación es el sujeto que se forma y aprende en comunidad y por ello dedica todo sus esfuerzos al descubrimiento de esas potencialidades individuales y colectivas que harán de ellos y de nuestra sociedad un mejor país y un mejor “vividero”, objetivo destacable para una nación que quiere prosperar y desarrollarse firme y equitativamente. Nuestra misión consuetudinaria seguirá siendo la de formar talentos con calidad humana, siempre bajo la óptica del respeto a la persona y el impulso a sus capacidades intelectuales y académicas más pertinentes, contribuyendo con ello a fortalecer el tejido social y generar en las nuevas generaciones la suficiente motivación hacia el aprendizaje y el desarrollo de sus competencias, elementos esenciales de un futuro posible y mejor para ellos y para un mundo en constante transformación.
Noremberg Calderón Vivi – Rector
