Las Razones del Por Qué Salir con Un Hombre que No Lee
César Eduardo Castillo Aristizabal
Melina María Franco Cardona
Grado: 11-3
Las chicas debemos salir con un hombre que no lee porque nuestra vida será más sencilla, nunca nos agobiarán o preocuparán con ideas o palabras complicadas, al contrario, son básicos y nos hablarán de cosas insustanciales y entretenidas, que nos permitirán pasar un momento tranquilo y agradable; debemos salir con un hombre que no lee, ya que nunca nos cuestionarán lo que hacemos o pretenderán mantener todo perfecto, nos apoyarán en todos nuestros caprichos y se conformarán fácilmente, aceptando nuestros defectos sin refutar, y sin pretender moldearnos a su antojo o semejanza. Las chicas tendremos asegurado un hombre guapo y vanidoso, si es por supuesto alguien que no lee, que se preocupará siempre por su apariencia física, si es por supuesto alguien que no lee, el típico chico bonito que será la envidia de nuestras amigas y la aspiración de los hombres, podremos salir a pasear en un auto lujoso y ostentoso y sentirnos orgullosas de ello; un chico que no lee nos dedicará más de su tiempo, no se preocupará tanto por el trabajo y no vivirá inmerso en un mundo de fantasía, agobiándonos con sus monólogos sobre Shakespeare o sus diatribas contra Freud.
También tendremos asegurado una salida al cine con regularidad y una fiesta cada ocho días en las casas de sus amigos, estaremos al lado de un hombre experto en el arte amatorio, que nos dejará totalmente satisfechas y colmadas, además nos sentiremos protegidas porque siempre querrá vigilarnos, asegurándose de que ningún hombre nos ponga las manos encima, seremos de su propiedad y comprendemos que así debe ser y que todo está bien; por eso las chicas debemos salir con un hombre que no lee, porque a su lado podremos disfrutar la vida al máximo, sin preocupaciones innecesarias, simplemente disfrutando de la fortuna de encontrar a aquel chico guapo que no lee.
Contraparte: Las Razones del Por Qué Salir con Un Hombre que Lee
Las chicas preferimos a los hombres que leen, siempre son atentos y sabrán mantener una conversación, nunca nos dejarán en ridículo frente a nuestras amistades, y nuestros padres lo aceptarán con alegría, porque saben que es el hombre indicado para su hija; los hombres que leen son reservados y románticos, nos conquistarán con poemas susurrados al oído y paseos a la luz de la luna, comprenderán que se debe luchar por el amor, para mantener viva la llama, y por eso nos enamorarán cada día con sus gestos y detalles. Los hombres que leen son serios y responsables, siempre estarán atentos de su trabajo y no lo descuidarán sin motivo alguno, nos apoyarán en las buenas y en las malas, aceptarán los altibajos en una relación y nos ayudarán a corregir las fallas, admitiendo también las suyas; no siempre aspiran a tener sexo, ni consideran que la cama es sólo un objeto diseñado para ese propósito, al contrario, comprenden que somos personas y no objetos, por lo que nos respetan y aceptan perfectamente acostarte con nosotras, simplemente para hacernos compañía. Un hombre que lee valora todo lo bueno que hacemos y siempre tendrá una palabra cariñosa o de consuelo cuando más la necesitemos, nos ofrecerá un hombro donde llorar y estará a nuestro lado a pesar de las dificultades; un hombre que lee nos apoyará en nuestra vida laboral, nos acompañará a casa de nuestros padres y entablará conversación fácilmente con sus suegros, sin perjuicios o rivalidades, ayudarán en casa con los niños o con los quehaceres, cuando sea necesario, sin esperar a que les reclamemos o les exijamos algo. En algunas ocasiones reservará momentos para pasarlos con nosotras, entendiendo que la familia es más importante que el trabajo o cualquier cosa material.
¡Chicas, salgan con un hombre que lee! Nunca tendrán una vida monótona y gris, podrán tener su propio y no serán las típicas mujeres que sólo se quedan en casa cuidando de los niños y siendo vistas sólo como un objeto de procreación o deseo, tendrán oportunidades y se podrán expresar libremente, porque un hombre que lee es el hombre perfecto.
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